viernes, 27 de abril de 2007

Open Economy en el SEMSOCU 2007

Los días 12 y 13 participamos en las jornadas que organizó la Universidad Europea Miguel de Cervantes dentro del Seminario de Sociedad y Cultura Contemporáneas, con dos ponencias en las que intentamos describir algunos de los cambios que se están produciendo en torno a la economía de la participación, y sobre los que hablamos habitualmente en Open Economy. La experiencia fue magnífica, tanto desde el punto de vista de la organización como en cuanto a la participación de los estudiantes (y profesores), a pesar de que la fecha quizá no fue la más adecuada (los problemas de agenda no nos dejaron demasiadas alternativas). Aunque lo hice en la conferencia, el objetivo de este post es agradecer una vez más a la Universidad Europea Miguel de Cervantes el espacio de diálogo y discusión que nos ofreció y a todos los participantes su asistencia y colaboración. También queremos compartir con los lectores de Open Economy el material con el que guiamos las ponencias, las fotografías que tomamos del evento y las conclusiones que se pusieron de manifiesto sobre todo en los turnos de preguntas:

  • Lo más destacable es que nadie nos lanzó ningún objeto arrojadizo a pesar de que hubo alguna pequeña polémica con mi interpretación de la piramide poblacional de los usuarios de Internet. El objetivo no era otro que el de captar la atención de la audiencia... además yo también me encuentro en la parte alta de la pirámide. :)
  • Ya en serio, me gustaría destacar la interesante conversación que se originó acerca de la brecha digital que puede llegar a producirse, incluso dentro de las sociedades desarrolladas, como consecuencia de la diferente capacidad de acceso al conocimiento. Es un tema sobre el que hemos hablado en muchas ocasiones y sobre le que reflexionaremos en voz alta en Open Economy en el futuro.
  • Otra de las conversaciones giró en torno a los posibles “peligros” del “no control” de los contenidos que circulan por internet. Suele ser una discusión habitual, incluso demasiado frecuente bajo mi punto de vista. Quizá lo que llamó mi atención en este caso es que estoy habituado a asociar esta preocupación a quienes ven en los cambios una amenaza a su posición actual y me vi un tanto sorprendido al escuchar los mismos argumentos a estudiantes universitarios.
  • Tuvimos también la oportunidad de dialogar acerca de las debilidades del modelo de negocio de Google, a pesar de sus espectaculares resultados, y de los posibles fallos de comunicación en sus estrategias de lanzamiento de producto. Los resultados de Google correspondientes al primer cuarto de 2007 se han hecho públicos después de la conferencia, para quien quiera echarlos un vistazo.
En definitiva, un buen número de interesantes reflexiones en voz alta y esperamos que un número mucho mayor de conversaciones públicas o privadas que contribuyan a iniciar nuevos proyectos basados en la colaboración y de los que nos encantaría conocer su existencia y desarrollo, por si modestamente podemos prestar alguna ayuda.

Las diapositivas que empleamos para guiar las dos exposiciones las tenéis disponibles aquí (en cuanto resuelva el alojamiento de archivos para Open Economy :)):
  1. De la búsqueda de información a la organización del conocimiento
  2. Cómo ser parte de la nueva economía de la participación
Y el resto de las fotografías (no muchas y todas del día 13) que sacamos las podéis ver en este álbum. Si alguien quiere una copia a mayor resolución que por favor se ponga en contacto con cualquiera de nosotros a través del correo de Open Economy.

domingo, 15 de abril de 2007

La Torre inclinada

El próximo día 26 de abril visitaré la Universidad de Pisa con el propósito de impartir una conferencia con el título “Open Economy: Rules for a changing World”. La verdad es que, aunque he estado en otras ocasiones en Italia, nunca antes he tenido el placer de visitar esta ciudad.

Por supuesto, espero con inquietud el momento de visitar el “campanile” de la Catedral. El campanario, según me he informado, tiene una altura de 55,7 metros desde la base y un peso estimado de 14.700 toneladas. Siete campanas, que se corresponden cada una de ellas con una nota de la escala musical, culminan el monumento armonizando los elementos góticos con el estilo románico de la torre. Sin embargo, no es por todo esto por lo que el “campanile” es mundialmente conocido. Tampoco alcanzó esta fama por emplazarse en la denominada “Piazza dei miracoli". El “campanile”, vamos la Torre, es famosa porque está inclinada y añade a su nombre esta curiosa característica ya que es conocida universalmente como la Torre inclinada de Pisa.

Cualquier empresa estaría deseosa de contar con semejantes cualidades que combinan la diferenciación, la identificación de la marca con la cualidad de la misma y un amplio conocimiento de la empresa a nivel global. En este caso, por desgracia, la cualidad que la distingue supone un peligro para su supervivencia. Su inclinación, debida a una deficiente cimentación y a un terreno inestable, supone el problema principal al que se enfrenta. Al final, el terreno cederá y toda la estructura se desplomará irremediablemente, aunque según los expertos no va a ocurrir al menos en unos 300 años. Me temo, sin embargo, que en la Open Economy las torres con débiles cimientos construidas en terrenos (mercados) inestables, aunque tengan cualidades que las hagan únicas, no tardarán tanto en ceder en su estructura y desplomarse.

La inestabilidad del terreno es una característica que está presente en todos los mercados de la economía actual. Antes calificábamos a los mercados en estables e inestables, dependiendo del grado de variabilidad e incertidumbre que estos generasen. Actualmente, prácticamente todos los mercados sufren de una gran inestabilidad que les lleva a evolucionar continuamente y en muchas ocasiones pasan con facilidad de la evolución a la revolución. Para hacer frente a la inestabilidad del terreno es necesaria una buena cimentación, es decir; pilares sólidos (personas, financiación, organización y plan de negocio), buenos materiales (tecnología, materias, instalaciones,…) y la adecuada profundidad (experiencia).

Pero si la inestabilidad se combina con movimientos sísmicos y estos alcanzan los grados altos de la escala, la Torre no aguanta solamente con una buena cimentación, sino que además es necesaria una estructura flexible que sea capaz de soportar tales vaivenes. Necesitamos flexibilidad (adaptación), la flexibilidad que soporte los previsibles movimientos o inesperados terremotos mejor que el resto de Torres y edificaciones del entorno global. Una forma de conseguirlo es mediante unos “modelos de negocio” que enderecen la Torre y que busquen nuevas características diferenciales más sostenibles y duraderas a la vez que menos peligrosas.

Contaré cómo ha ido mi estancia en Pisa y espero que aquellos que trabajan con o en Torres inclinadas tengan un plan que les permita reaccionar en caso de que sufran algún que otro movimiento brusco, como los que ya están afectando a algunos de los que hasta ahora eran considerados sólidos terrenos.