martes, 30 de diciembre de 2008

Como convertir la firma electronica en un instrumento inútil

Una de las consecuencias más valiosas de un buen desarrollo de la Sociedad de la Información debería ser una mayor productividad en nuestras actividades personales y por supuesto en nuestro trabajo dentro de nuestras organizaciones.

Tanto los ciudadanos como las empresas realizamos multitud de trámites con los poderes públicos, ya sean locales, autonómicos o estatales, en el cumplimiento de nuestras múltiples obligaciones. Por ello, el soporte telemático a todos estos procedimientos, es decir la administración electrónica o e-administración, parece un buen punto sobre el que invertir para conseguir un gran impacto mejorando la competitividad colectiva. La firma electrónica es una herramienta fundamental para la mejora de la seguridad de la información y la generación de confianza en las comunicaciones telemáticas, dado que permite efectuar una comprobación de la identidad del origen y de la integridad de la información intercambiada en estas operaciones.

Obtener esta firma es un proceso relativamente sencillo para todos los ciudadanos españoles ya que la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre como entidad certificadora se encargada de emitir certificados de usuario de forma gratuita a través del proyecto CERES. Además en España existen un buen número de prestadores de servicios de certificación que van desde organizaciones profesionales, empresas privadas o administraciones públicas de distinto rango que prestan este servicio a sus respectivos colectivos con distintas condiciones y costes. Esto sería estupendo si en la mayor parte de los casos estas autoridades de certificación no se hubiesen constituido en islas que no interoperan entre sí. Nos encontramos con que la aceptación de unas u otras firmas electrónicas es completamente arbitraria en las aplicaciones que reconocen la identidad electrónica certificada por otros.

Esto hace que se den situaciones como que para hacer un trámite con la Diputación de Alicante, no sea válida una firma emitida por la FNMT y que para presentar la declaración de la renta la Agencia Tributaria no acepte la firma que el mismo usuario se ha tenido que sacar ante la Generalitat Valenciana para hacer el trámite anterior. Es decir, si vivo en una localidad de la provincia de Alicante necesito al menos dos firmas electrónicas para hacer trámites básicos. ¿Cuántas necesitaré en total si realmente quiero ser un ciudadano digital? No parece una forma razonable de generar confianza y mucho menos de mejorar la competividad.

Si la desconfianza sobre las transacciones electrónicas se presenta habitualmente como el principal escollo hoy en día para el despegue de la Sociedad de la Información parece obvio que no sirve de mucho tener sistemas de firma electrónica aislados e incompatibles que nos obliguen a tener una firma diferente para cada operación que tenemos que realizar. La interoperabilidad es principio tan fundamental para construir cualquier servicio en internet que no debería ser necesario repetirlo tantas veces en Open Economy, mucho menos si hablamos de servicios prestados por organismos públicos.

Y por supuesto .... Feliz fiestas a todos!!!! con los mejores deseos de Open Economy para 2009.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Chris Anderson no llenó el auditorio en la inauguración del FICOD 08


Volví tan decepcionado del FICOD 2008 que no he tenido ni ganas de contarlo (ya han pasado dos semanas). Aunque el programa no era muy alentador, salvo la apertura por parte de Chris Anderson, siempre piensas que la cosa va a ser mejor de que lo esperas. Sin embargo, empecé a verlo claro cuando después de la inauguración oficial por parte de las autoridades (ministros, secretarios de estado, realeza y demás séquito, ...) la sala se quedó prácticamente vacía. ¿Quien se molesta en desplazarse sólo para esto? No lo entiendo.

La ponencia de Chris Anderson como os digo no consiguió llenar el Auditorio del Palacio de Congresos, lo cuál es normal teniendo en cuenta que describe una realidad que no gusta a la mayor parte de los que participaban en el evento. Esta conferencia fue más bien una anomalía que afortunadamente se coló en el programa. En el web de FICOD podéis encontrar los videos de las conferencias si dáis con la configuración de tecnologías adecuada. Yo no lo he conseguido, pero parece que están ahí. Seguimos empeñados en hacer cosas con tecnologías que no comprendemos o para las que no tenemos presupuesto, pero es un mal tan común que no vale la pena comentarlo. Si tenéis suerte y vuestro ordenador es exactamente igual que el del que lo hizo, podréis verlo. :(

Después estuve en la sala donde se hablaba de modelos de negocio en la industria de la música... Ya sabéis, los usuarios somos unos ladrones, hay que regular/controlar/prohibir todo lo circula por internet, la cultura se muere porque todos robamos su trabajo, internet es un nido de piratas y/o cosas peores, etc. Blah, blah, blah. Cansino y decadente. Ya he perdido la esperanza y hasta el interés por este debate. Parece que no quieren enterarse de que el mundo cambia.... y eso nos afecta a todos, por muy cómoda que sea nuestra situación actual.



A falta de mejor incentivo, ni de otras cosas interesantes que contaros os dejo el detalle frívolo de los Príncipes de Asturias asistiendo a la conferencia de Chris Anderson, tan sólo unas filas por delante de mi asiento. Me gustó mucho el detalle. Ya sabéis que normalmente después de inaugurar el pantano las autoridades suelen salir corriendo (supongo que a otro evento). Creo que hay que valorar que mostrasen interés por la economía digital como para dedicar una hora de su tiempo. Y además obligar al resto de autoridades a quedarse... Si fuese un gesto habitual quizá las personas que toman decisiones tendrían un poco más de criterio y nos insultarían menos con su ignorancia.


Por cierto, siguiendo esta línea frívola, os comentaré que también me traje el autógrafo de Chris Anderson en mi ejemplar de The Long Tail. Me crucé con él por casualidad en la salida, cuando salía caminando como un asistente más, aunque no tuve oportunidad de charlar un rato con él ya que según me dijo se iba directamente al aeropuerto.

En definitiva, volví bastante decepcionado. La organización era excelente, pero creo que no se ha conseguido atraer a la parte viva del sector los contenidos digitales. Además, apenas hubo oportunidad para el networking aunque fue un placer volver a coincidir con Carolina Grau, ahora al frente del CENATIC, peleando por el software Open Source o predicando en muchos desiertos según me temo... Vaya nuestro modesto apoyo desde Open Economy a la necesaria labor del centro.

Y un anuncio que llevábamos postponiendo un tiempo, sobre todo por pereza, pero después de hablarlo con Juan Vicente, comenzaremos a postear alternativamente en Inglés y en Español, según sea la temática, aunque me temo que no tardaremos en hacerlo sólo en inglés.