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jueves, 17 de diciembre de 2009

Be serious: The Internet it is not just about "their culture"

I was not keen to participate in the debate started a couple of weeks ago around Sustainability-Economy-Act-hidden-reforms affecting the internet in Spain. (Have a quick look at #manifiesto debate in Twitter, search Blogs, browse the group in Facebook, etc). But the Ministry of Culture went too far, trying to skip some basic rules that citizens expect from their governments in democracy (listening to all interested parties, explaining the real extension of the reforms, ...) They did not even communicate the existence of the amendment!!!! Thanks to the malicious way they are intending to change the law, the controversy even reached Boing Boing, and Slashdot, two very remarkable hits considering the insignificant relevance of our country in the internet.

Just in case you do not want to go further reading this post, I am not going to write about freedom of speech, nor about fundamental rights. Perhaps only a little bit about Intellectual Property, but in a broader sense than these interested-guys-of-the-culture try to define the concept (as if they were the only creators...) If you are expecting that, you should follow A-list bloggers like Escolar, Julio Alonso, Enrique Dans, and most of the other 150K "activists".

Of course it does not matter at all if Escolar, Dans and the others who were generously spending (or wasting) their precious time at the Ministry represent the internet community or not. Where was I when such a thing was founded? Fortunately they must be intelligent enough not to worry about that meaningless debate.

What everybody seems to be forgetting about is that we are wasting the energies that we need to build a real knowledge-based economy, founded on innovative, competitive and productive industries. Instead of that we are increasing the gap with truly non-bricked based economies, and trying to enforce the shift in our economy by law. What kind of future do we deserve?

What I have really missed in all the manifiesto mess is a strong voice coming from the Ministry of Industry saying something like: Please kids of the culture, leave the internet alone. We are not going to let you kill our weak internet-based-innovation in the name of your more than questionable interests.

Do they really think that people do not go to the cinema to watch over-subsidized-spanish movies because of P2P?. Juas!. As everybody knows since ever, The Internet is for porn, not for downloading their second-class products.

Music will not disappear in 5 years. It will be a stronger industry because innovators will figure out more ways of making money in the new and global economic scenario, powered by the internet. Of course business models based on the selling of overcharged dvds will disappear. But this kind of transformations happen in every other activity sector when a crisis overcomes or a disruptive change happens. And change and crisis have always happened and the only way to survive is innovation.

And yes, I am really upset. Please keep your hands off the internet!!!!!. You are going to kill our little opportunity to reach developed economies. Yes, Intellectual Property needs to be redefined, but this is not the way. All the creators should have something to say because it is not only a matter of culture. And surely IP must be transformed in something else, apart from giving a right to sue people or closing websites.

jueves, 3 de diciembre de 2009

"Aprender internet" en un par de tardes

¿No hay algún ministro que pueda dedicar un par de tardes a explicar al presidente y al resto de sus colegas de qué va esto de internet?

Está claro que las dos tardes de economía de hace unos años no nos están llevando por el buen camino. Esta última ocurrencia de cambiar el modelo productivo por ley (de economía sostenible) , ya es bastante cómica en sí misma como para entrar a discutir unas u otras reformas.

Lo que no resulta tan cómico es que sin avisar, se incluyan medidas que afectan a los usuarios de Internet y que, sobre todo, nada tienen que ver con el objetivo de la Ley. Como mínimo está bastante feo y como mínimo es ciertamente cuestionable el espíritu democrático que demuestra un gobierno (socialista para más inri) que actúa así.

En España no tenemos futuro digital. Es mucho más fácil que intenten generar una nueva burbuja inmobiliaria que una economía basada en la innovación. A lo mejor así salimos antes de la crisis y además la gente corriente vuelve a ser feliz contando a los vecinos y familiares "cuánto ha subido su piso".

jueves, 20 de diciembre de 2007

El canon digital

Asisto atónito a la implantación de un “renovado impuesto” sobre una serie de soportes digitales como los teléfonos móviles, los mp3, las grabadoras,… No entiendo como en un país que se supone avanzado, podemos legislar tratando de poner puertas al campo.

Partimos del respeto a la protección de los derechos de autor de cualquier creación sobre el soporte que sea y según los derechos que este autor quiera aplicar sobre su obra (que tampoco es fácil). Pero partamos también del derecho a la libertad individual sobre el uso definitivo que cada uno demos a los teléfonos móviles, mp3 y demás artilugios de nueva generación.

Mis derechos individuales son al menos tan importantes como los de los autoproclamados “representantes de la cultura española”. Es bastante pretencioso por parte de estos señores y señoras, artistas y “artistos”, suponer que yo quiera utilizar esos dispositivos para hacer nada con ninguna de sus obras. En principio NO ME INTERESA SU PRODUCTO, NO SOY SU CLIENTE Y ADEMÁS NO QUIERO SERLO POR IMPERATIVO LEGAL.

¿Alguien se ha parado a pensar, que a lo que aquí asistimos es a un cambio de modelo de negocio de un sector empresarial-profesional, que ve como Internet y las nuevas tecnologías cambia el sistema que hasta ahora había funcionado? ¿Por qué no protegemos también a los hasta ahora distribuidores de la cultura, como los videoclubes, tiendas de música, librerías,…? Creemos un canon que compense a los distribuidores por los DVDs que ya no alquilamos, los libros que no compramos y los discos que no adquirimos.

Los artistas y “artistos” se han dado de bruces con la Open Economy y en vez de ver una oportunidad huyen despavoridos y nos echan la culpa de sus males a todos los demás, “los delincuentes”. Este sector empresarial debería ver una gran oportunidad en Internet, como medio de llegar directamente y sin intermediarios a sus clientes finales, de editar un disco con un coste irrisorio, de utilizar sistemas de impresión bajo demanda, de establecer diálogos con sus seguidores a través de la red, de abrir canales para mostrar sus obras digitales, de abaratar sus costes de promoción, de utilizar el buzz ante un buen producto, de aprovechar nuevos medios de distribución,…

Tal vez el sector se tenga que reconvertir, diseñar nuevas formas de comercializar su producto, dejar de pensar en la subvención y pasar a la acción, y si no YO TAMBIEN QUIERO MI CANON.

martes, 7 de agosto de 2007

No es plagio, es descarga

Hace algo más de un mes que los medios de comunicación se hicieron eco de la sentencia por la que se condenó al Institut Valencià de la Música y al Instituto Cervantes de Nápoles a pagar 6.000 € por plagiar una obra con licencia copyleft. La repercusión, como todo lo que tiene que ver con la propiedad intelectual en este país y no afecta a la industria de la música, fue cuando menos escasa. Incluso la respuesta de la blogocosa, al menos de la parte noble, fue casi inexistente. Hay que reconocer que da mucho más juego lo de los mercedes de Alejandro Sanz. Es una pena. Y eso que este era un caso de los que puede comprender todo el mundo y que podría haberse utilizado como ejemplo para la sensibilización general.

El caso que origina la sentencia, que por desgracia no es único sino bastante habitual podríamos resumirlo así:

  1. La administración pública/organismo intermedio/entidad A en el ejercicio de sus competencias decide elaborar una determinada obra. Digamos que una biografía como era el caso del IVM. Pero podría ser una guía de una ciudad, un manual de nuevas tecnologías o cualquier otra obra. No es relevante para la historia. Lo que sí es relevante es que el tiempo apremia y los dineros son escasos, como siempre.
  2. El responsable del proyecto en la entidad A inicia una ronda de petición de presupuestos, con las características de la obra que se pretende elaborar, a las empresas consultoras con las que suele trabajar habitualmente.
  3. Con la media docena de presupuestos recopilados se reúne el comité de la entidad A encargado de adjudicar la contratación. Llama la atención que un par de las consultoras presentan presupuestos mucho más bajos que el resto. Y por bajos quiero decir, la mitad o menos del precio medio.
  4. Como hemos dicho que los dineros son escasos se adjudica el trabajo a uno de los presupuestos notablemente más baratos, sin pensar en cómo es posible que haya tal disparidad de precios. Al fin y al cabo ya hemos dicho que el tiempo apremia y buscar una explicación lo consume.
La explicación, sin embargo, es sencilla, y el caso completamente típico. Una empresa de tercera con pocos escrúpulos, en lugar de un equipo de investigación cualificado (que cuesta dinero) descarga lo que puede, copia y pega de aquí y de allí y hace un trabajo aparentemente decente en un tiempo record. Internet hace catedráticos instantáneos. El resultado en la entidad A es un trabajo razonablemente bien realizado de una forma muy económica. Lo que normalmente no llega a ocurrir es que la historia finalice con una sentencia por plagio y un poco de escarnio público para la entidad A.

Además por desgracia la moraleja en este caso es que plagiar es barato, casi gratuito. Escribir la biografía habría costado mucho más de lo que va a costar pagar la multa. Y además casi no ha habido escarnio público. Vamos, un chollo.

Como las posiblidades de que te ocurra lo que al IVM son escasas harán falta muchas más sentencias (y muchos más artículos de personas más influyentes que yo) antes de que haya una mínima sensibilidad al problema y se consideren reprobables este tipo de actitudes. Todos conocemos casos en los que se copia alegremente contenido de Internet (sobre todo de la Wikipedia), y para colmo de la cara dura va y se le pone el símbolo de copyright al resultado final. Reservándose todos los derechos. Los derechos de los demás, claro está.

Por mucho que hablemos de economía del conocimiento, de Open Economy o de economía de la innovación, o comoquiera que os guste llamarla, no va a llegar sóla. Un buen comienzo sería valorar el conocimiento. Ya que tenemos la posibilidad de acceder al conocimiento que miles de personas, muchas con más cualificación de la que vamos a llegar a tener jamás, han publicado en internet, deberíamos pensar en cómo podemos aprender y aportar algo. Sin embargo es mucho más fácil descargarlo y hacer pasar el trabajo ajeno por nuestro. Como dice Juan Vicente a sus alumnos, "una cosa es copiar, y otra cosa es descargar..." Mal futuro nos espera en la economía del conocimiento con esa actitud.

La contribución en lo que al software se refiere no se nos da bien, pero en el resto de disciplinas tampoco estamos muy sobrados. Todavía estamos lejos de ejemplos como el de Alemania, donde se dedican fondos públicos a la mejora de recursos comunes como la Wikipedia en vez de plagiarlos. Todavía recuerdo la cara que me pusieron la primera vez que propuse algo parecido en un proyecto para una conocida administración pública. Supongo que no le vieron la rentabilidad política. En fin, lo dicho, una pena.

sábado, 30 de junio de 2007

El respeto a la privacidad que nos espera


Cuando leo una noticia sobre un anuncio legislativo relacionado con Internet normalmente me echo a temblar. Incluso antes de leerlo. Después de directivas de retención de datos, leyes de servicios de sociedad de la información (incluyendo reformas que no llegan), leyes de protección de datos imposibles de cumplir, entidades de gestión de derechos de autor intentando hacerse policía y juez de la red, ... comprenderéis que no me quede demasiado optimismo en el cuerpo.

Esta vez le ha tocado innovar al gobierno alemán con una creativa interpretación de la directiva europea sobre retención de datos. Pretenden algo así como que no se puedan prestar servicios de comunicación sin identificar al usuario. Además no se conforman con el momento, sino que además quieren la posición. ¡¡Suspiro!! y chiste malo: "Heisenberg estaría encantado". Simplificando mucho, pero el fondo es ese, que el anonimato en la red no gusta a los gobiernos, ni siquiera a los democráticos. Y claro, como lo de las fronteras en Internet parece que tampoco lo tienen claro, pues restringen las obligaciones para los prestadores en lo que se refiere sólo a ciudadanos alemanes. La verdad es que han puesto el listón muy alto para que podamos superar el despropósito, pero no me atrevo a subestimar a nuestros legisladores.

Los medios españoles apenas se hicieron eco en su día e incluso ahora que Google se ha “puesto digno” haciéndose el ofendido y ha reabierto el dabate, su amenaza de cerrar Gmail en Alemania prácticamente ha pasado desapercibida en España. Será que no es importante ni interesante. Al fin y al cabo no deja de ser uno más en la lista de despropósitos a que nos tienen acostumbrados el primer poder y el segundo poder cada vez que se acercan a los bits. Menos mal que el tercer poder suele andar un poco más fino y acaba siendo razonable aunque sea después de varias sentencias .

Al margen de lo que nos importe nuestra privacidad y de discutir acerca de si protegernos de los malos (terroristas y delincuentes sexuales principalmente) lo justifica todo. ¿Se habrán parado a pensar lo que pretenden sencillamente no es posible? ¿No se lo habrá explicado nadie? No quiero decir que los problemas que pretenden abordar no existan y que no haya que darles una solución. Por supuesto que sí, pero habrá que ser un poco más imaginativos, porque si no la forma de hacerlo está clara. China ya nos ha enseñado el camino. Claro que este enfoque tiene algún problema con las libertades a las que estamos acostumbrados en occidente.

Uno de los riesgos que tiene la Open Economy es que las legislaciones trasladadas de escenarios anteriores ahoguen los nuevos enfoques que están surgiendo en la prestación de servicios. Disfrutemos de esta edad de oro de internet antes de que una serie de regulaciones mal enfocadas acaben con todo lo que la convierte en especial.